
Cierra ciclos con paz y gratitud
Hay una frase que me compartió un amigo hace mucho tiempo, a él le estaba yendo un poco mal en el trabajo en aquel entonces. Recuerdo su semblante estresado cuando me contó “lo poco” que tenía en su cuenta bancaria , sin hablar de cantidades a mi me parecía que él no estaba en un apuro pues tenía dónde comer y dormir y yo apenas estaba por graduarme de la universidad, así que estaba poco familiarizada con sus responsabilidades.
No importa si nuestros problemas a otros les parecen grandes o pequeños, lo que afecta nuestra salud es la carga mental y emocional que estos problemas nos causan.
Aunque un problema para un pequeño niño ante nuestros ojos sea algo minúsculo y poco trascendente, la carga emocional que siente ese pequeño niño puede ser un abismo lleno de miedo y emociones poco placenteras que se sienten con intensidad en el cuerpo físico.
Los niños pueden desahogarse con mayor facilidad, ellos no están condicionados para controlar u ocultar sus emociones. Gritan, lloran, se tiran al piso ( Por la necesidad de sentirse sostenidos ante emociones tan abrumadoras).
Nosotros los adultos nos apegamos a la frase que me dijo mi amigo hace más de una década… En aquel momento mientras desahogaba sus preocupaciones en una caminata, él me dijo :
“ Lore solo tengo $$ X $$ en el banco , no sé si me va a alcanzar. Lo que sí sé es que “If you’re going through hell, keep going” (En español , “Si estás pasando por un infierno, sigue caminando”).
Mi amigo en ese momento no podía ver más allá del problema, a decir verdad mucho tiempo fue una persona que vivía en la queja, hasta que tomó algunos talleres de crecimiento personal que le sirvieron para mejorar su perspectiva ante la vida.
Vivir en gratitud es una práctica que se entrena al igual que cualquier habilidad física o mental, es algo que se tiene que practicar e intentar constantemente, hasta que la gratitud se vuelve parte de nuestra forma de ser y de ver la vida.
En ese momento en el que el mundo se caía ante los ojos de mi amigo y donde él sentía un fracaso rotundo, yo observaba que el perdía de vista las siguientes cosas:
1.- Contaba con salud y todas sus capacidades mentales.
2.- Tenía a su alrededor amigos y familiares que podían escucharlo (Yo incluída) e incluso algunas personas con más experiencia de vida que podían aconsejarle.
3.- Este problema era una oportunidad para observar el error y las decisiones y situaciones que lo llevaron a este punto para poder reestructurar su forma de manejar el dinero y poder prever problemas similares en el futuro.
4.- Contaba con la capacidad de trabajar y su capacidad de crecimiento y aprendizaje no se irían marchando a ningún lado, es algo que tenemos todos los humanos.
5.- Sus preocupaciones por el trabajo y el dinero le hacían perder de vista las pequeñas alegrías diarias, la apreciación y la gratitud son una forma de conectar con el momento presente, al llevar toda la atención a los problemas como mi amigo pues las sonrisas , los paisajes y las cosas chiquitas y sencillas que son bellas en la vida se volvían invisibles ante sus ojos.
6.- ¡ Tiene libertad ! La prisión y la presión mental disminuían su placer por disfrutar de esa caminata, de respirar el aire fresco aunque sea por poco tiempo. Fue una caminata de una hora o tal vez más y todo el tiempo su atención se enfocó en el problema.
Nota:
Podemos quejarnos y desahogarnos con nuestros seres queridos una vez, dos , tres pero cuantas más? La realidad es que las personas por más que nos amen y quieran, se sienten drenadas de su energía por nosotros. La verdad es que no es agradable para NADIE estar escuchando puros problemas.
Por eso existen personas a las que les pagas por ello , se llaman terapeutas. Un psicólogo a diferencia de tus amigos, está capacitado para guiarte y hacerte las preguntas correctas o ayudarte a tomar otra perspectiva. Aunque sin duda tener amigos y familiares de confianza es una bendición, ellos no deberían ser nuestro “bote de basura energético”.
7.- Hablar todo el tiempo del problema, no resolvería el problema. Así que de alguna manera esa frase si tenía un buen punto. No vale la pena quedarse en donde estamos, hay que probar cosas diferentes, hay que estar dispuestos a experimentar otras opciones y posibilidades.
No me gusta la frase de “seguir adelante” , la verdad es que la dirección suele confundirnos. Me gusta más pensar en los problemas como un rompecabezas, yo los siento siempre como una pieza que no encaja, son algo que es incómodo a nivel mental, físico y emocional. Es querer poner algo en dónde no entra del todo bien, no se ve bien , no armoniza con el resto.
Me gusta pensar en las soluciones como la reestructura del rompecabezas, en dónde tenemos que ajustar las piezas, observar y hacernos preguntas a nosotros mismos sobre el tema que tenemos al frente con atención,la curiosidad a veces es una mejor herramienta que nos permite ir a la raíz en vez de tomar decisiones precipitadas por desesperación. Claro que todo varía en cada situación.
8.- La autoexigencia para solucionar el problema de la manera perfecta, le nublaba la posibilidad de que si bien las cosas no podían ser perfectas como él se lo planteaba en su cabeza, si podían ser mejores. Esa autoexigencia, que por cierto era brutal, mataba la esperanza de que las cosas cambien ya que él quería que las cosas cambiaran de “cierta manera” y eso lo llevaba a no creer que los próximos días pudieran traer mejores momentos. Todo este estrés, era la neblina que no le permitía ver otras oportunidades.
Cerrar un ciclo no quiere decir, terminar el año siendo “exitosos” o ya no sentir nada por esa persona que te hirió, tampoco quiere decir alcanzar todas las metas que te habías propuesto. Te voy a contar lo que cerrar ciclos significa para mi:
Para mi cerrar ciclo quiere decir poder hacer las paces conmigo misma, conmigo mismo. Poder perdonarme y poder reconocer las joyas de sabiduría que me dejaron esos momentos difíciles y que no hubiera aprendido de ninguna otra manera.
Cerrar ciclo quiere decir DAR LAS GRACIAS “Por lo que fue, por lo que es y por lo que ha de venir”. Porque como dijeron algunos sabios, “Mientras haya vida, hay esperanza”.
Soltar no es fácil y no es una meta final, al igual que el agradecimiento, también es una práctica constante, podemos soltar de muchas maneras:
Podemos soltar con enojo y resentimiento
Podemos soltar con indiferencia
Podemos soltar con distracciones
Pero nada de eso es realmente soltar, porque no podemos soltar lo que ya hemos vivido, ya es parte de nuestra experiencia y parte de nosotros. Pero nosotros sí podemos decidir si lo que hemos vivido nos cambiará para bien o para mal por ello, en vez de querer “soltarlo” propongo que mejor hagamos un esfuerzo por integrarlo a nuestro SER.
Para poder hacer eso, necesitamos poder verlo/ vernos con comprensión, con compasión y con bondad.
Existe una frase en un texto biblíco muy popular que dice “No se perdona 7 veces, sino 70 veces siete” es de la biblia pero no me acuerdo exactamente del versículo.
Me gusta interpretarlo así: Debemos tener la intención de perdonar, primero perdonarnos a nosotros mismos por “no poder” o por no querer perdonar / perdonarnos e ir cultivando esa intención que nos permite eventualmente darnos cuenta de que perdonar es un regalo no para aquellos que reciben nuestro perdón (Aunque incluso no lo pidiesen) :
Perdonar es un regalo que nos damos a nosotros mismos !
Porque perdonar nos hace vivir más ligeros, nos permite recorrer la vida y nuestro camino con más ligereza y crea espacio para alegrar el corazón.
Cuando nosotros nos alegramos, contagiamos esa energía a los que nos rodean.
Cultiva la belleza de tu corazón y deja de cargar con la mochila de la negatividad.
No quiero decir que todo siempre sea positivo. Me refiero a que te des chance de ver que hay dentro de esa “mochila” tienes que abrirla y apuntar todo lo que ves , obsérvalo, estúdialo, digiérelo un día a la vez y permite que se integre en tu vida como conocimiento y como una nueva sabiduría que te acompañará en tu camino. El sabio ya no necesita que los libros le cuenten, porque ya tiene la experiencia.
Así que con mucho cariño les he compartido esta historia y mi reflexión al respecto. Tengo 33 años y a esta edad puedo sentir nostalgia por muchas cosas y también percibo que en esta etapa de la vida muchas cosas cambian o han cambiado y la gratitud ha sido una de mis mejores herramientas para suavizar los retos vividos.
Doy gracias a mis guías, maestros y seres que me ponen delante la práctica de la gratitud, cuando elijo ver cada situación como un maestro o como algo que tiene una enseñanza valiosa escondida, el transitar los procesos se vuelve algo que vivo con humildad y con una sensación de aceptación que me ayudan a honrar el momento presente en el que me encuentro. Sea algo que es de mi agrado o que no lo es tanto.
A ti que lees o escuchas, bendigo el cierre de cualquier ciclo, proceso en el que te encuentres. Recordemos que el final es el principio y el principio es el final. El amor es infinito cuando elegimos la gratitud y cuando a través de ella nos relacionamos con la vida.
Una de mis maestras dice que si tú proteges el “dharma” ( el valor , en este caso la gratitud) , el dharma te protege a ti. Hoy pienso que mi “dharma” es simplemente ser una persona agradecida y digo simplemente aunque en realidad a veces no parezca tan simple. “Dharma tiene un significado más profundo, pero ese es otro tema para después.
Recuerda que tu corazón se protege de la negatividad con apreciación , con agradecimiento, con buenas intenciones y con el esfuerzo y la acción bien dirigida hacia tu bienestar y crecimiento.
Haz lo que puedas, como puedas y hasta donde puedas, pero hazlo con gratitud.
Om namah Shivaya .
Om namah Ganesha.
Om namah Maestros .
Gracias amigous lindos por leer, un abrazo con mucho cariño y feliz año !
Lore Baez
La Provinciana MX